Durante 10.000 años la Biosfera mantuvo un balance electroenergético tal que permitió el desarrollo de especies afines.
Tanto vegetales como animales se comportaron como si constituyeran un solos cuerpo armónico.
El balance de temperaturas, el ciclo de las aguas, la reproducción de las especies formando humus, dió lugar a una realidad que se nos hizo familiar.
Pero nada permanece estático, y el gran núcleo giró lentamente provocando cambios.
Hasta los humnanos estamos dejando de ser como éramos.
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