En el orden metafísico así como en el orden de la mecánica cuántica, es el interior quien gobierna el exterior. Esta idea, si bien presupone un "desentenderse" de lo relativo y circunstancial (lo dual), no implica una negación frontal del mundo sino todo lo contrario: implica un reconocimiento de la unidad absoluta entre el sujeto perceptivo y la realidad múltiple del mundo manifestado a él a través de sus propios códigos simbólicos culturales.
No hay comentarios:
Publicar un comentario