A favor del estilo de vida propio

Nuestros muchachos y muchachas presidentes parecen no saber, no entender, o negarse a a sumir, que las 'Repúblicas' americanas ya no son sucursales de Occidente.

Y al no entender cuál es la verdadera situación demuestran ser incapaces para desempeñar su cargo, aparentemente democrático.

Nuestras naciones, lejos de desarrollarse armoniosamente se han convertido en un injerto peligroso.

Además de la inseguridad reinante por dondequiera, en ni un sólo rincón de estos países existe una disposición coherente; todo se maneja en base a caprichos.

América deja de ser un Continente de raza pisoteada para convertirse en un lugar de personas valientes y orgullosas de sí mismas y de sus tradiciones, con la certeza de que el suyo es el verdadero estilo de vida.