Atender lo inmediato y básico

El ombligo del mundo es para cada uno su aquí y su ahora.

No se si es posible entender el mundo, y si así fuera no se si podríamos entender la explicación, por lo complicada.

Hubo culturas que durante milenios investigaron para entender; al fin llegaron a la conclusión de que mejor nos ocupamos de lo que nos incumbe, de lo que nos concierne, y se abocaron a organizar primero la familia, luego a participar en la organización del grupo inmediato, después designaron a uno que vaya a reunirse con los representantes de los otros grupos para organizar la nación, y así sucesivamente.
Si la macroorganización se rompía por algún motivo, de seguro la célula principal - la familia- iba a permanecer funcionando.
Y para todo idearon fórmulas sencillas. Por sobre esas construyeron también conocimientos sofisticados, pero si la voluntad de aprender se rompía por algún motivo, siempre seguirían en vigencia las reglas básicas.
Y así con cada cosa: primero lo inmediato y básico, después lo otro en orden de complejidad creciente.

 Lo que veo, lo que toco, lo que amo...