Una cultura "noble", "honorable", descendió desde Cachemira por el valle del río Indo hace 8.000 años; se proyectó al golfo Pérsico hace 7.000 años, de donde migró a las islas Cíclades del mar Egeo hace 5.000 años. Ahí desarrolló con el mismo esplendor que tuvo desde su raíz, hasta que fue destruida por la erupción del volcán Santorini hace 3.500 años. Sus conocimientos ya se habían expandido a Egipto desde hace 4.700 años, pero al desplomarse la cultura del Mar Egeo se dispersó aún más hacia Egipto y sus regiones, hacia la costa de Turquía y luego a Atenas, hace 2.500 años.
En todos los lugares dejó su influencia, siempre sincretizada con la prosapia local.
Las dos ideas por las que tuvo tanta fuerza civilizatoria fueron:
1. Considerar que el humano es un ser dependiente de Fuerzas Superiores a él; Fuerzas que luego fueron denominadas "Dios".
2. Que esas Fuerzas y Poderes han establecido Leyes, Normas de Conducta de observancia obligatoria. En tanto es humano las observa siente felicidad; en tanto las trasgrede siente profunda desazón y tristeza.
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